Ave María
Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Esta oración combina las palabras del arcángel Gabriel y de Santa Isabel a María, según se relata en el Evangelio de Lucas, con una súplica añadida por la Iglesia. Es una de las oraciones más recitadas en la tradición católica y se usa frecuentemente en el rezo del Rosario.